He conocido chicas que odian tener que ser ama de casa, la que deba hacer esto o aquello, opinan que la mujer está sometida en cierto sentido por el hombre.
Tal vez hayas visto la película La sonrisa de Mona Lisa (sino, te la recomiendo, mira el tráiler) se desarrolla en la época de los años 50 en Estados Unidos, como dice su descripción “una época en donde las mujeres no podían decidir por sí mismas”. Las mujeres se preparaban para formar una familia y ser las amas de sus hogares. En el film, las chicas deben dejar sus sueños y lo que quieren ser o estudiar, por un esposo, hijos y un hogar bien establecido.
Hoy en día, esta historia realmente está en el pasado, se deja en claro que ya no se quiere por ninguna razón volver a esa forma de vida. La mayoría de las mujeres lo último que quieren hacer es quedarse en casa criando niños. Tienen una carrera, trabajo, sueños, metas…
Y en cierto punto si lo ves de esta forma, se están volviendo feministas. Ya no tenemos solamente el machismo sino que además se suma el feminismo, el cual se fortalece cada día.
No se le puede quitar importancia a que el movimiento feminista a tenido logros extraordinarios, en la historia de la vida de la mujer, por ejemplo haber luchado y logrado más tarde el derecho a poder votar en elecciones del país, además de luchar por la igualdad social en diferentes aspectos.
Pero si nos damos cuenta no solo se quedo en lograr avances políticos por así decirlo, sino que el machismo se ha convertido tanto como el feminismo en una forma de vida. Tenemos chistes, dibujos, páginas web, canciones, en las cuales hacen referencia a uno o a otro “bando”.
Escuchas decir “es que él es muy machista”, “se ha vuelto feminista”. ¿De esto se trata?
Lo que quiero decir, es que en realidad no se trata de uno u otro bando. Realmente en el matrimonio no se trata de mí, mujer, ni se trata solo de él, hombre, se trata del “nosotros” de los dos como uno solo. ¡Es una nueva forma de verlo!
Cuando empiezo a pensar solo en mis sueños, mis expectativas, mis metas, mi carrera… estoy siendo egoísta y también si mi esposo pensara de esa forma.
Animémonos a ser personas que aman, y al amar reflejaremos todo lo demás, respeto, comprensión, paciencia, empatía, entre tantas otras cualidades esenciales para que la relación funcione.
Dejemos de pensar en el YO y empecemos a pensar en NOSOTROS