Cuando se presentan oportunidades (un trabajo, un viaje, unas pasantías, vivir en otro país, un negocio…) existen dos clases de personas. Las primeras disfrutan al máximo lo que están viviendo, aprovechan todo lo que puedan del tiempo que tienen y son felices con cada detalle y las segundas aceptan la oportunidad pero aunque están felices se dan cuenta que no es lo que querían, es decir que están inconformes.
Esta última actitud te aleja de vivir oportunidades cada día porque:
Cuando estas inconforme la queja se hace recurrente.
Cuando estas inconforme le encuentras «peros» a todo lo que vives.
Cuando estas inconforme empiezas a comparar lo que antes tenías con lo que tienes.
Cuando estas inconforme no vives en crecimiento más bien te estancas en un estado, una actitud.
Cuando estas inconforme evitas conocer gente, lugares en sí evitas aprender de tu alrededor.
Cuando estas inconforme te acomodas a lo que conoces para sentirte seguro y no dejas entrar lo nuevo.
Vivir en esta condición es triste porque desaprovechas lo que tienes. Esta bien tener opiniones acerca de lo que vives y obviamente estar en desacuerdo también es normal pero más alla de eso, estar en una constante añoranza de lo que tenías no ayuda para nada con tu día a día.
En vez de pensar en lo que te hace falta o lo que tenías, se agradecida con lo que vives en este momento sea un trabajo, una nueva casa, vivir en un país diferente, hijos, familia cerca o lejos… Aprovecha de hacer todo lo que puedas con tu tiempo con un corazón agradecido! Aprende algo diferente, colocate metas, fíjate objetivos, habla con alguien de lo que piensas, busca consejos de personas que hayan o esten pasando por la misma situación, no te quedes haciendo lo mismo sigue adelante!
¿No te parece que al cambiar de perspectiva cambian las circunstancias?
Espero que este pensamiento pueda ser de ayuda si estas pasando por esto o conoces a alguien que lo este.